Nuestra fundación tenía el proyecto de promover precisamente allí, en La Sénia, la instalación de un Museo Escuela de la Aviación. En tal enclave estuvo ubicado un importante aeropuerto durante la Guerra Civil. Anita, nuestra narradora, explicará a los niños y jóvenes la historia protagonizada por dos aviones que despegaron de dicho aeropuerto y las circunstancias personales que le tocó vivir.
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Hemos escrito al nuevo consistorio de La Sénia, formado después de las últimas elecciones municipales, para comunicarles que cuentan con todo nuestro apoyo durante el proceso de habilitación de su museo en aras de que llegue a buen término.
Os recordamos que la Fundación Aurora motiva a la sociedad civil para transmitir nuestra cultura a los niños y jóvenes. Motivamos y buscamos dinero, mas nunca ejecutamos ni quitamos protagonismo. Daremos el apoyo que los entusiastas demanden y financiaremos sus proyectos en función de nuestras posibilidades.
Uno de los conceptos en los que trabajará la Fundación Aurora será promover los Museos Escuela. Se trata de unos pequeños museos cuyo objetivo es la formación de los niños y jóvenes en un tema específico.
Los Museos Escuela de la Aviación, que hoy comentamos, están destinados a explicar a los niños y jóvenes visitantes los principios físicos y aerodinámicos que rigen el vuelo de las aeronaves. Asimismo, a recuperar y proteger los aviones fabricados en el siglo XX, muchos de los cuales yacen abandonados en aeropuertos civiles y militares a la espera de que el tiempo los destruya, con el fin de que perduren para ser admirados por las futuras generaciones.
Los profesionales y aficionados a la aviación son quienes han de trabajar para mantener viva la llama.
La Fundación Aurora acogerá a sus representantes en el Patronato y velará para que todos los niños reciban material formativo en sus escuelas sobre los aviones y su tecnología.
En los Museos Escuela de la Aviación deberán instalarse paneles y maquetas que faciliten a nuestros jóvenes convertirse en pequeños expertos, despierten su curiosidad y estimulen sus vocaciones profesionales.
En los aeropuertos y lugares principales hay que promover la instalación de los Museos Escuela de la Aviación más importantes, que a su vez operen como Centros de Formación Profesional para todos aquellos jóvenes que por carecer de una formación adecuada quedan permanentemente fuera del mercado de trabajo, condenados a la marginación social.
Atraídos por la tarea de “restaurar aviones”, pueden seguir allí cursos de tres o cuatro semanas de duración, en que reciban una formación básica sobre mecánica y pintura. Lo esencial es que abandonen su abatimiento y recuperen la ilusión por desempeñar una actividad laboral.
La financiación de estos Museo Escuela se llevará a cabo mediante patrocinios y los fondos que la Unión Europea destina a la formación de jóvenes en peligro de exclusión social.