Como hemos dicho anteriormente, motivaremos para que una bella leyenda de un niño celtíbero, su perro y su caballo se entregue a todos los niños y jóvenes a través de sus escuelas. También promoveremos que la imagen de la náyade sea símbolo del agua pura y aparezca en la publicidad de todas las empresas que trabajan en el ciclo del agua y los envases del agua mineral.
Amigos fieles y vivaces
Pocos Humanos recuerdan que en una colina situada en la orilla del río Henares, junto a la vía que desde Tarraco (Tarragona) y Caesar Augusta (Zaragoza), conducía a Emerita Augusta (Mérida), se levantaba la ciudad celtíbera de Segontia (Sigüenza).
Los bomberos están siempre despiertos, aguardando atentos a que sean requeridos para socorrer en alguna desgracia.
Esta es la Náyade que habita en la Hoz del río Dulce cerca de Pelegrina
Inmortales acuáticas que nos abren las puertas del Paraíso.