Cuando Anita nos explique sus leyendas, destacará la gran importancia que tuvo para los Humanos la domesticación del caballo, ese fiel y vivaz amigo. Su figura aparecerá en muchos de sus episodios.
Nos contará que en tiempos pretéritos, antes de que la Historia se escribiera, sucedió que un niño pastor, que apacentaba sus ovejas en la Hoz del río Dulce, consiguió capturar los caballos blancos de la diosa Épona. Y que con dichos caballos imperiales y la ayuda de un perro venció a los cuatro dragones que custodiaban el secreto de la sal.