Muchos de vosotros ya estáis de vacaciones, así que relajémonos un poco con un gracioso post.

Cuando Anita, nuestra narradora, les explique a los niños y jóvenes una leyenda protagonizada por los Humanos prehistóricos, les presentará la vida, las costumbres y el arte de los pueblos originarios que viven en la Isla de Vancouver.

Les mostrará no solo el fascinante país que es Canadá, sino también el papel fundamental que nosotros tuvimos en la historia de la provincia de British Columbia.Y es que fuimos los primeros europeos que allí llegamos y entablamos una gran amistad con el noble pueblo de los Nuu-chah-nulth.

La Fundación Aurora trabajará para reforzar los lazos de amistad entre nuestros pueblos.

Al descubrir todas estas maravillas, muchos niños desearán visitar aquellos paradisíacos lugares.

Pero ¡ATENCIÓN! En cuanto los niños pongan el pie en esas tierras deben portarse muy bien.

Una tienda de recuerdos de Whistler, donde hay a la venta centenares de objetos y muñequitos, se protege de los niños traviesos que andan toqueteando y tirándolo todo con este anuncio:

«Los niños que no estén debidamente vigilados por sus padres serán vendidos como esclavos».

Podemos asegurar que es cierto, ya que cuando tomamos esta fotografía el dueño de la tienda mantenía a varios niños desobedientes enjaulados esperando que llegara el traficante de esclavos para llevárselos.

¡Evidentemente es una broma! Whistler es una fabulosa estación de esquí entre paisajes inolvidables. Los canadienses son grandes amantes de la naturaleza; la cuidan mientras se benefician de todo lo que ofrece: disfrute y un buen nivel de vida. Eso sí, al natural.