Como siempre sucede en estos casos, la gente se arremolinó a su alrededor voceando y llorando.
Estaba cerca un policía fuera de servicio con su familia. Tal como detalla el periódico «La Razón«: https://goo.gl/xClzpb
“El agente comprobó que el niño, de un año de edad aproximadamente, tenía los ojos cerrados y no reaccionaba a los estímulos. Tras verificar la ausencia de pulso y que no respiraba comenzó la maniobra de Heimlich en infantes ante la posibilidad de que se hubiera atragantado y tuviese las vías respiratorias obstruidas. Tras colocar al menor en posición de seguridad golpeó sobre las escápulas comprobando como empezaba a reaccionar tirando espuma por la boca por lo que le bajó la mandíbula con la mano e introdujo los dedos para que no se ahogara con su propia lengua, reaccionado con un ronquido y mordiendo en acto reflejo el dedo del agente”.
Entretanto, la esposa del agente llamó a los servicios sanitarios y salió fuera a esperarlos. Pasaba por allí una patrulla de la Policía Municipal que trasladó al bebé y a la madre al hospital.
Al depositarlo sobre la camilla el niño se echó a llorar, y fue puesto en observación, sano y salvo.
Nos surgen varias preguntas:
¿Por qué el policía nacional y los dos agentes de la Guardia Urbana no son protagonistas en televisión de entrevistas en todas las cadenas para premiar y poner en valor social su heroísmo?
¿Por qué las autoridades no organizan un solemne acto para condecorarlos públicamente en acto recogido por todos los noticiarios, y que su ejemplo sea orgullo de todos?
La Fundación Aurora motivará a las autoridades, a la comunidad educativa y a los sanitarios para que enseñen a todos los niños y jóvenes, además de a la sociedad en general, los secretos de los primeros auxilios. Así, la próxima vez que un niño se caiga de una atracción y pierda la consciencia, en lugar de llorar y gritar, sepamos cómo reaccionar debidamente.
Policía Nacional