Ya han olido el humo del incendio y saben que muchas vidas están en peligro. Por esta razón relinchan y trotan con todas sus fuerzas, buscando arrancar segundos al tiempo.
Los bomberos que conducen no tienen miedo. Han luchado muchas veces contra el Dragón del Fuego.
Algunos han perecido en el intento por salvar a la gente, pero asumen valerosos este riesgo porque son unos valientes.
He aquí otra bella postal de sus padres para el niño Santiago. Lee unas dulces palabras de amor escritas hace cien años, el 24 de enero de 1916.
Santiago:
Tú papá te añora y quisiera que vinieras pronto y sin…. ¿Te portas bien?
Mil besos