Deben saber detectar inmediatamente toda forma de humillación o intento de dominio; y así los acosadores, chuletas, o quienes se aprovechan de su superioridad física o intelectual sean despreciados de modo unánime.
Ilustramos aquel post con un grabado de unos piratas esclavizando a mujeres, y del mercado matrimonial de Babilonia, que representaba a ricos y poderosos adquiriendo doncellas.
Por ello, no nos sorprende nada el editorial publicado en el periódico El Mundo el sábado, que denuncia que “chavales de 14 o 15 años pagan a cambio de sexo”; “una de cada cuatro chicas había sido víctima en alguna ocasión de violencia machista”, y “una de cada tres españolas entre 15 y 19 años ve aceptable este tipo de actitudes”.
··· Link a la editorial: https://goo.gl/8Z0DHU
En las páginas interiores el artículo comenta que estos “chavales” consideran divertido el poder que adquieren sobre las prostitutas a cambio de pocos euros, actitud que posteriormente deriva hacia la violencia de género.
··· Link al artículo: https://goo.gl/UzQKdb
La Fundación Aurora, aconfesional y políticamente neutra, tiene como objetivo motivar a toda la sociedad civil para transmitir nuestra cultura, cultura que lleva asociada unos valores éticos básicos universales.
Por esta razón haremos un llamamiento a toda la comunidad educativa y a los expertos en estas patologías, a fin de que colaboren en difundir a los niños y niñas dichos valores antes de la aparición de comportamientos de dominio y humillación, más complejos de erradicar llegada la pubertad.
Una enternecedora historia de amistad infinita entre un niño y un perro de guerra, que desea morir por haber perdido a su dueño, llamará la atención y hará llorar a niños y adultos, momento perfecto para que los expertos alerten a los pequeños del comportamiento execrable y malvado de los “piratas”, personificación de los malvados que con el terror y la fuerza acosan a los inocentes y esclavizan a las mujeres.
Puede extrañarnos, pero recordemos que con el cuento del lobo que se quiere comer a Caperucita, los padres y educadores enseñan a los niños y niñas a protegerse de los malvados que pretenden aprovecharse de ellos.