Puedes observar que calza las llamadas espardenyas, un modelo de alpargata muy cómodo con suela de esparto. Va tocado con una barretina, una prenda muy usada por los pescadores portugueses y del Mediterráneo.
La anécdota curiosa es que cuando el 13 de agosto de 1791 Alejandro Malaspina hizo escala en el puerto de Nutka, observó que la barretina se había hecho popular entre los pescadores del pueblo Nuu-chah-nulth.
Sin duda las barretinas rojas de pescador mediterráneo, que algún mercader astuto les cambió por pieles, eran mucho más elegantes y cómodas que sus sombreros vegetales. Por el contrario, el sombrero vegetal era perfecto tecnológicamente ya que les protegía de la frecuente lluvia, mientras que una barretina de lana se moja fácilmente.