Al igual que nuestros amigos del noble pueblo de Nuu-chah-nulth, también eran cazadores recolectores. Vivían de la caza y de la recolección de frutos y vegetales.
Si miras con atención el grabado de su casa, comprenderás que los únicos objetos duraderos que poseían eran los objetos de cerámica que usaban para cocinar.
Por ello, de nuestros antepasados neolíticos solamente nos queda su cerámica y algunos de los monumentos funerarios que construyeron en piedra.
Y sus joyas.